viernes, 26 de octubre de 2007

LA VIDA EN UN SEGUNDO.


Basta un simple soplo para que tu vida se derrumbe como un castillo de naipes, y a veces, ni siquiera eres tú quien a soplado. Pero no hay que allanar los baches del sendero que hemos recorrido, sino del que nos queda por recorrer, porque cada nuevo día se construye con lo que vamos encontrando al caminar, y aunque te asuste no saber lo que te espera tras la próxima curva, tienes que tomarla para avanzar.
Por eso lo mejor es confiar en alguien que comparta tu viaje y sepa perdonarte cuando hayas elegido un camino mal asfaltado, y si alguna vez te pasas de la salida del mapa, tendrás que elegir entre volver al pasado, o seguir hacia un nuevo destino, mas ten en cuenta, que cada paso imprime una huella, tienes que afrontarlo.
Porque hijo mió nuestras vidas discurren por sedas en las que se abren desvíos cada centímetro, así que relájate y presta atención, porque justo aquí, y ahora, empieza esta historia.